El primer día que llegó estábamos muy sorprendidos y es que, acostumbrados al tamaño de Talatalato, nuestra tortuga, ...... ¡¡¡ESTA ERA ENOOOOOOOOOOORME!!!
Gracias a la colaboración de la mamá de Ariadana y a ella misma, aprendimos muchas cosas sobre las tortugas y, aunque algunos la mirábamos con mucho "respeto" por no decir "mieditis", otros nos atrevimos a tocarla, esos sí, ¡¡con un dedo por si acaso nos mordía!!
La verdad es que fue una gran experiencia y nuestras caras lo decían todo. Con el paso de los días, y ya acostumbrados a sus "dimensiones", Scrich era uno más de clase y no nos daba miedo a ninguno de nosotros, jejejeje
¡¡¡Muchas gracias por la visita!!!